La Chinita se despide de su pueblo con nuevo manto al estilo wayuu.Cierre con broche de oro. Hace 36 días comenzó una de las celebraciones más importantes del Zulia. La emoción por el aniversario número 300 de la aparición milagrosa de la Virgen de Chiquinquirá en Maracaibo engalanó a la región por más de un mes, y puso a volar la imaginación de los más exclusivos artistas de la región. Creatividad, ingenio y un derroche de glamur han caracterizado las fiestas patronales.Por tratarse de los tres siglos de la renovación de la fe mariana, en cada actividad ha brillado un nuevo elemento. Una estructura de más de 60 metros que semejaba el Puente sobre el Lago sirvió de rampa para bajar a La Chinita desde su camerín hasta la nave central de la Basílica el pasado 31 de octubre. Un nuevo manto y faldón morado vistieron la reliquia en su aniversario. Un trono hojillado en oro y adornado con las ninfas alegóricas del trabajo, la ciencia, la minería y la agricultura, fueron los detalles más importantes que resplandecieron en la conmemoración que dio inicio al año jubilar chiquinquireño.Pero toda fiesta tiene su fin. El próximo 6 de diciembre La Chinita le dirá un hasta pronto a su pueblo. La aurora o subida de la Reina Morena pondrá punto final a las fiestas en su honor por este año. Una vez más la feligresía se sorprenderá. Un nuevo manto al estilo wayuu será la atracción de esta ocasión.La túnica es un diseño exclusivo que la misma Virgen esbozó y que tiene como significado el amor que la Patrona le tiene a sus hijos de la etnia Wayuu. Así lo aseguró Blanca Yaneira Fernández Ja'yaliyuu, diseñadora étnica y responsable de tan importante creación, quien aseveró que la madre del Zulia la iluminó para la creación de su vestido. "Es la primera vez que una india le hace algo a la Virgen. Yo le dije en wayuunaiki: Virgencita, me tenéis que ayudar porque el tiempo es corto y tengo que hacerte algo para que tú te veas como toda una reina, así que ilumíname para que todo salga perfecto. De inmediato se me vino a la mente el motivo principal del manto", esto para referirse que desde hace tres semanas comenzó con la confección. Al menos mil 500 flores exóticas traídas de Colombia, Caracas y Zulia adornarán el trono y el altar mayor. Guadalupes, ginger, pendulatas, astromelias, bastón del emperador y gerberas llenarán de alegría la festividad con sus brillantes colores. Vicente Izarra, decorador, explicó que todas las ánforas que conserva la iglesia fueron restauradas para decorarlas en tan importante ocasión. Agregó que además de las flores, algunos elementos típicos wayuu como collares, bellotas (borlas de lana en diferentes colores) y vasijas de barro se dispondrán en el trono y en el altar para ambientar la celebración.
Con un toque étnico
Un lino blanco, como símbolo de pureza, fue la tela escogida para confeccionar la túnica de tres metros de ancho y dos de largo que lucirá La Chinita en su aurora. Blanca Fernández reveló que el motivo central del vestido es el Waala (dios de los wayuu antes de su evangelización). Un radiante sol que simboliza la energía y la riqueza está debajo del dios, y una corona adornada con piedras semipreciosas típicas de la región Guajira, como la cornelina y la tuma, además de cientos de cristales de swarovski, pondrán el toque final para que el Waala brille en todo su esplendor. Los 34 linajes pertenecientes al pueblo indígena wayuu también están representados en el manto, esto como emblema de la unión entre los indígenas quienes desean expresarle su amor incondicional a la Reina Morena. Un paraíso de aves y flores rodean a la figura central. Veintenas de cardones, flor típica de la Guajira, cargadas de semillas de asis multicolores, caracoles y lentejuelas dan brillo a la creación. Los pájaros vuelan sin cesar por el edén. Cientos de plumas de diversos tonos traídas de Nueva York formarán el cuerpo de las aves. Los frutos guajiros caen a modo de lluvia en el manto. "Las aves y los frutos que forman el paraíso es para pedirle a la Virgen que bendiga al pueblo wayuu y lo llene de alimentos y de buenas cosechas". Por ser época navideña, el borde del manto está labrado en tonos rojos y verdes. Como toque final le colgarán bellotas (borlas multicolores) confeccionadas en lana. La técnica utilizada para coser el manto es la del peyon, que consiste en tejer punto a punto cada uno de los dibujos. Se utiliza hilo antialérgico y de algodón.
Un hasta luego
La aurora es el momento en el que los devotos podrán ver de cerca por última vez a la Virgen de Chiquinquirá durante este año. A las 12.00 de la medianoche del domingo 6 de diciembre, Eleuterio Cuevas, párroco de la Basílica, iniciará la celebración con la misa. Una hora después, los fieles acompañarán a la madre divina en su solemne procesión que arrancará en la Basílica, pasará por las avenidas 13, Padilla; 15 (Delicias); seguirá por la calle 92, la avenida 14B, continuará por la calle 90, la avenida 14A, la calle 89B (Belloso), avenida 14, calle 88, avenida 13B, avenida 13A, avenida 13 (Andes), avenida 12 (Recreo), calle 91 (Candelaria), avenida 11, calle 92, avenida 10 (Padilla), calle 93, avenida 12 (Padre Áñez) y regresará de nuevo a la Basílica pasadas las 6.30 de la mañana.
La agrupación gaitera Barrio Obrero animará la velada.La reliquia se colocará en el mismo mesón donde ha estado desde su bajada. Durante el domingo se mantendrán las actividades religiosas dentro de la iglesia. A las 6.30 de la tarde comenzará la eucaristía de acción de gracias por parte de la Sociedad Religiosa Servidores de María, por cumplir 108 años de fiel fervor. Al terminar, la santa patrona subirá de nuevo a su camerín
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